NAVIDAD en AMSTERDAM
- Jesús y María
- 1 ene 2017
- 2 Min. de lectura
¿Hay algo más navideño que un atardecer patinando sobre hielo? Si no te sientes identificado con el Grinch, te encantará la pista que instalan en esta época frente a las famosas letras "Iamsterdam". Barato barato... no es, hay que pagar entrada y alquiler de patines. Pero el plan B es tomar algo a pie de pista o dar un bocado en alguno de los puestecitos de comida que ponen a su alrededor.
La Navidad suele coincidir con el Festival de las Luces. Distintos artistas hacen creaciones como la de la foto que iluminan la noche de Amsterdam. Hay tres formas de verlo: andando, en bici o en barco. Nosotros optamos por la última: un barco descubierto que discurre por los canales. A 15 grados hubiera sido muy agradable, pero con una sensación térmica de -10 se sufre un poco. Toda ropa térmica es poca. Aún así... ¡la vista es preciosa!
Hay dos formas muy distintas de pasar esa noche: a resguardo o en la calle. El plan A (Bajo techo) es ir al hotel Double Tree (Hilton) que habilita varias salas a modo de cotillón. La entrada es gratuita pero para acceder a la fiesta de la azotea, que tiene las mejores vistas, hay que hacer cola desde horas antes porque el aforo es limitado. El Plan B, por el que optamos nosotros, es recibir el año en la calle. Fuimos a una zona en la que habían instalado un escenario con música a la orilla del río. Olvidaros de las uvas y las campanadas... En una pantalla hay una cuenta atrás y cuando llega a cero... comienza un precioso espectáculo de fuegos artificiales frente encima del agua.
Para conocer lo básico de la ciudad optamos por el FreeTour (guías que te enseñan las ciudades a cambio de la voluntad) que sale desde la plaza Dam. Pasas por los Coffee Shops más conocidos (en los que por cierto no sirven alcohol), ves edificios e Iglesias históricas.. y llega el momento más esperado: el Barrio Rojo. Choca un poco ver prostitutas en escaparates así que lo normal es que te entre curiosidad sobre cómo se regula la prostitución en el país, nivel de seguridad... Para averiguarlo toca contratar el tour específico del Barrio Rojo. Por no hacer un spoiler, solo diremos que es francamente interesante. Otros sitios de obligada visita son el mercado de las flores, la terraza del Hotel Hilton, un paseo en bici por el parque Vondelpark y sobre todo... ¡callejear!
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